La levadura kveik, proveniente de Noruega y otros países de Europa del norte, está en furor luego de que Marius Lars Garshol la popularizara en su blog a través de la documentación de elaboración de cervezas campesinas de estas regiones.
Esta levadura ha sido domesticada a través de generaciones en estas zonas rurales, que en parte han estado aisladas de las tendencias de elaboración de cerveza a nivel mundial. Tal vez por eso se comporta de forma muy diferente a las otras levaduras de cerveza más conocidas, es capaz de fermentar mosto de cerveza en un rango muy amplio de temperatura, desde los 21 ºC hasta los 37 ºC, y es incapaz de producir fenoles. Además, esta levadura fermenta bastante rápido.