Antes de que el metal fuera asequible en la preparación de la cerveza, la madera era utilizada para fabricar el equipo para su preparación y almacenaje. De ahí que los barriles de madera eran tan populares antes del siglo XX, no sólo para almacenar cerveza sino para almacenar otros productos como puntillas, aceite, alimentos, y demás.
La madera por ser un material orgánico y poroso, usualmente alojaba microorganismos que con el tiempo infectaban la cerveza. Era común sentir sabores ácidos y rústicos en cervezas producidas con levadura convencional luego de ser almacenadas en barriles de madera.