Este año participé en el concurso nacional de cervezas caseras de Estados Unidos con cuatro cervezas y decidí registrarme en el Homebrew Con, o la convención nacional de cerveceros caseros de Estados Unidos, con la esperanza de ganar y recibir el premio en persona.
Me imaginaba el evento como una serie de seminarios y conferencias acerca de la preparación de cerveza, y mis expectativas eran altas pues daba por hecho que algo importante iba a aprender en cualquier conferencia a la que atendiera.
Recién llegado al evento, la primera maravillosa sorpresa me la llevé al reclamar la escarapela, pues además me entregaron una bolsa con una edición especial de una cerveza de Surly Brewing, una botella de Mead, una bolsa de lúpulo Loral de 1 onza, una libra de una nueva malta Briess llamada CaraPils Copper, y un extracto de naranja roja para hacer cervezas con frutas.
En la bolsa también había un pequeño vaso conmemorativo del evento, el cual me recomendaron cargar a todo momento (¿por qué sería?).
Sin embargo, la sorpresa que me costó procesar fue que en el evento también ofrecían cerveza ilimitada de varias cervecerías artesanales y clubes de cerveceros caseros. Tuve que comer mucho, y constantemente para resistir semejante trote.
También habían proveedores de insumos y equipos promocionando nuevos productos. Esta fue una gran oportunidad para tomar muestras gratis de lúpulos, levaduras y maltas. Estos proveedores con la intención de demostrar sus insumos, también ofrecían cerveza hecha con los productos que estaban promocionando, lo cual me pareció excelente.
En cuanto a equipos, había de toda gama, desde fermentadores plásticos y mangueras hasta esculturas completamente computarizadas y controladas eléctricamente.
Otra ventaja de este evento es la oportunidad de conocer y conversar con celebridades del mundo de la cerveza. Me topé con personajes como Charlie Papazian John Palmer, Denny Conn, Mike “Tasty” McDole, Drew Beechum, Dr. Patrick McGovern, Gordon Strong, y Brad Smith, entre otros; todos muy amigables, abiertos a saludar y conversar. Con Brad Smith conversé un rato largo acerca de cómo inició con su página web BeerSmith.com y su canal de YouTube, muy interesante.
La agenda diaria del evento eran cinco sesiones educativas y una fiesta en la noche.
De todas las sesiones educativas aprendí algo. Unas eran más técnicas que otras, pero inclusive las que me parecieron más básicas contenían detalles clave que me van a ayudar a mejorar mi proceso de elaboración de cerveza. Imagínense una inmersión educativa de una hora sobre dry hopping, o de uso de madera en cerveza, o del impacto de la gravedad final en la cerveza, o de tratamiento del agua, entre otros.
Algunas de las sesiones eran prácticas, e incluían cata de cervezas dependiendo del ejercicio que se estuviera desarrollando. Por ejemplo, unos conferencistas que trabajan para New Belgium nos demostraron el efecto de oxidación en la cerveza, comparando una fresca y una ligeramente oxidada. Otro conferencista nos dió guias de como mezclar cervezas para generar sabores únicos. También tuve la oportunidad de hacer un análisis sensorial, y comparar la misma cerveza con 5 versiones, cada una con sabores indeseados.
En las fiestas aproveché para intercambiar experiencias con otros cerveceros caseros, así como probar mucha cerveza.
El ambiente de estas fiestas fue muy agradable, aunque había abundancia de cerveza también había mucho respeto. Todos los asistentes tenían un gusto común, el hacer cerveza, y cada cual disfrutó del momento a su manera, inclusive algunos asistieron disfrazados y en comparsas.
En el evento hubo una reunión de miembros de la American Homebrewer Association, donde los directivos hablaron sobre las iniciativas que están tomando para seguir apoyando al cervecero casero, y le dieron espacio a los miembros para escuchar sus comentarios y sugerencias. Aproveché el momento para colaborar con ellos en la parte educativa con artículos en español, y sugerirles hacer más presencia en Latinoamérica.
Hay que entender que Estados Unidos le lleva ventaja a muchos países Latinoamericanos en esta industria y además son pioneros en técnicas y procesos de elaboración de cerveza. Si ellos deciden ofrecer servicios especiales en otros países, todos saldrán beneficiados.
Por otro lado, no solo serviría abrir un canal educativo hacia Latinoamérica, sinó un canal comercial. En este aspecto puedo sonar ignorante y soñador, pero imagínense encontrar más variedad de insumos y equipos en países donde todavía falta cultura cervecera.
Tengo la esperanza de que algo saldrá de esa conversación, pues intercambié datos con algunos directivos.
El remate de la convención fue una fiesta donde ofrecieron todas las cervezas caseras del concurso que pasaron a la segunda ronda, y rifaron excelentes premios como viajes a ofros eventos cerveceros, series enteras de libros sobre cerveza, y equipos, que no conté con la suerte de ganármelos.
No tengo la menor duda de que asistiré a este evento el año que viene, el cual se realizará en Portland, Oregon.